Pintura de Lou Carrigan a los 30 años por Prieto Muriana(Gentileza de Lou Carrigan).
ODISEO: ¿Cuál es su nombre completo y verdadero?
CARRIGAN: Mi nombre completo es Antonio Miguel de los Ángeles Custodios Vera Ramírez. Pero esto es en la pila del bautismo. Oficialmente, por aquí no andamos con tantos nombres, y mi nombre de uso corriente es Antonio Vera Ramírez.
ODISEO: ¿Cómo y cuando creó el seudónimo? ¿Se inspiro en alguien?
CARRIGAN: Creé el seudónimo el mismo día que terminé la novela UN HOMBRE BUSCA A OTRO HOMBRE, es decir, el 2 de Febrero de 1959, y justo cuando llegó el momento de “firmarla” con un seudónimo anglosajón, como se estilaba entonces. Al terminar de escribir dicha novela, y cuando estaba escribiendo la portadilla con el título, indicando mi nombre auténtico, domicilio, etcétera, para llevarla a la editorial que había elegido (Exclusivas Ferma) me encontré con el pequeño dilema de adoptar un seudónimo anglosajón, como era de uso corriente entonces. Y no tuve que pensar demasiado, pues justo en aquel momento pasó volando por encima de mí un hermoso ángel, que me miró, me sonrió, y dijo: HOLA, LOU CARRIGAN.
Eso fue todo. Y desde entonces, Lou Carrigan va dando vueltas por el mundo a ver si encuentra de nuevo a aquel ángel y le proporciona alguna nueva revelación...
LEO: Algunos lectores piensan que Lou Carrigan y Walter Carrigan son el mismo escritor. ¿Cuál es su relación con Walter y a qué se debe que los dos utilicen el mismo apellido?
CARRIGAN: No hay absolutamente ninguna relación de ninguna clase entre Walter Carrigan y Lou Carrigan. Yo ni siquiera sabía entonces que había un Walter por ahí, y todavía hoy no he llegado a conocerlo, a pesar de que es español y según creo vive no muy lejos de Barcelona. Cuando creé Lou Carrigan no tenía ni idea de la existencia de Walter; de haber sido así, naturalmente habría adoptado otro seudónimo, como Lou Flanagan o Sol Harrison, por ejemplo..., o cualquier otro. Sencillamente, fue una casualidad.
ODISEO: Cómo se pronuncia: ¿Lu Carrigan o Lu Kerrigan?
CARRIGAN: Se pronuncia Lu Kérigan; al menos así lo pronuncian los ingleses.
LEO: ¿Algunas de las editoriales para las que trabajó, le entregó una lista con los posibles seudónimos que podía utilizar o la elección fue siempre personal?
CARRIGAN: Nunca ninguna editorial hizo semejante cosa. La elección fue siempre personal, en todos mis seudónimos.
ODISEO: En algunas novelas usted figura como "Lou Constantine Carrigan" o bien como "Lou C. Carrigan". ¿A qué se debe la inserción y posterior eliminación del "Constantine"?
CARRIGAN: Lo de la C. fue una sugerencia de mi editor de entonces, Manuel Rollán (Editorial Rollán) cuando se dispuso a lanzar colecciones de mayor importancia, como MURDER CLUB y WESTERN CLUB, por ejemplo. Dijo que había que “disfrazar” un poco el Lou Carrigan a secas, pues las nuevas colecciones iban a ser bastante más caras que los bolsilibros y aunque no quería de ninguna manera cambiar el Lou Carrigan, pues entonces ya era famoso, había que darle “más importancia” al nombre. Entonces yo le dije: “Bueno, pues pondremos Lou Constantine Carrigan”. Le pareció muy bien, pero a los pocos días me llamó por teléfono desde Madrid y me dijo: “¿Qué te parece Lou C. Carrigan?”. Acepté sin trauma ni problema alguno, y eso es todo.
ODISEO: Sabemos que para algunas de sus novelas románticas usted utilizaba otro seudónimo ¿Lo hacia porque quizás hubiera sido algo extraño para sus seguidores ver un escritor algo violento, en novelas de amor?
CARRIGAN: Pues la verdad es que sí. Parecía que el nombre de Lou Carrigan, ya muy introducido en la novelística de aventuras de acción y violencia, no era muy apropiado para tiernas novelas de amor, así que en este tema he utilizado los nombres de Angelo Antonioni y Angela Windsor. No recuerdo otros.
LEO: Cuando le llegaban cartas de lectores, ¿usted estaba autorizado por las editoriales para las que trabajaba a decir que era español o tenia que responder como si fuera un escritor norteamericano?
CARRIGAN: Aquí aprovecho para exponer, una vez más, la misma queja: JAMÁS ninguna editorial me entregó carta alguna de mis lectores. Y lo mismo le sucedió a mis colegas, que yo sepa. Ignoro por qué las editoriales hacían esto (a lo que no tenían derecho) pero con el tiempo y mayor experiencia he llegado a pensar que lo hacían para que los escritores no supiéramos que teníamos admiradores o gente que se interesaba por nuestro trabajo y nuestra persona, pues eso podía llevarnos a darnos cuenta de que teníamos más valor del que ellos pretendían darnos a fin de evitar posibles engreimientos y mayores exigencias en los derechos de autor.
ODISEO: ¿Cuántos y cuáles han sido los seudónimos que ha utilizado a lo largo de su carrera?
CARRIGAN: No los recuerdo todos, pues el que más ha prevalecido siempre es Lou Carrigan, los demás han sido esporádicos y de muy poco uso. Recuerdo Lou Flanagan, Anthony W. Raver, Sol Harrison, Milton Hamilton, Angelo Antonioni, Angela Windsor, O’Brien (en Brasil), Anthony Michaels (en Francia), y en libros de divulgación he utilizado Anthony Hamilton, Crowley Farber, Gordon Muller, Alan Sanders, Brigitte para las novelas eróticas, Tony Manhattan para las narraciones más atrevidas y en algunas guías de artes marciales, como Vera Sho-Dan.
CARRIGAN: Mi nombre completo es Antonio Miguel de los Ángeles Custodios Vera Ramírez. Pero esto es en la pila del bautismo. Oficialmente, por aquí no andamos con tantos nombres, y mi nombre de uso corriente es Antonio Vera Ramírez.
ODISEO: ¿Cómo y cuando creó el seudónimo? ¿Se inspiro en alguien?
CARRIGAN: Creé el seudónimo el mismo día que terminé la novela UN HOMBRE BUSCA A OTRO HOMBRE, es decir, el 2 de Febrero de 1959, y justo cuando llegó el momento de “firmarla” con un seudónimo anglosajón, como se estilaba entonces. Al terminar de escribir dicha novela, y cuando estaba escribiendo la portadilla con el título, indicando mi nombre auténtico, domicilio, etcétera, para llevarla a la editorial que había elegido (Exclusivas Ferma) me encontré con el pequeño dilema de adoptar un seudónimo anglosajón, como era de uso corriente entonces. Y no tuve que pensar demasiado, pues justo en aquel momento pasó volando por encima de mí un hermoso ángel, que me miró, me sonrió, y dijo: HOLA, LOU CARRIGAN.
Eso fue todo. Y desde entonces, Lou Carrigan va dando vueltas por el mundo a ver si encuentra de nuevo a aquel ángel y le proporciona alguna nueva revelación...
LEO: Algunos lectores piensan que Lou Carrigan y Walter Carrigan son el mismo escritor. ¿Cuál es su relación con Walter y a qué se debe que los dos utilicen el mismo apellido?
CARRIGAN: No hay absolutamente ninguna relación de ninguna clase entre Walter Carrigan y Lou Carrigan. Yo ni siquiera sabía entonces que había un Walter por ahí, y todavía hoy no he llegado a conocerlo, a pesar de que es español y según creo vive no muy lejos de Barcelona. Cuando creé Lou Carrigan no tenía ni idea de la existencia de Walter; de haber sido así, naturalmente habría adoptado otro seudónimo, como Lou Flanagan o Sol Harrison, por ejemplo..., o cualquier otro. Sencillamente, fue una casualidad.
ODISEO: Cómo se pronuncia: ¿Lu Carrigan o Lu Kerrigan?
CARRIGAN: Se pronuncia Lu Kérigan; al menos así lo pronuncian los ingleses.
LEO: ¿Algunas de las editoriales para las que trabajó, le entregó una lista con los posibles seudónimos que podía utilizar o la elección fue siempre personal?
CARRIGAN: Nunca ninguna editorial hizo semejante cosa. La elección fue siempre personal, en todos mis seudónimos.
ODISEO: En algunas novelas usted figura como "Lou Constantine Carrigan" o bien como "Lou C. Carrigan". ¿A qué se debe la inserción y posterior eliminación del "Constantine"?
CARRIGAN: Lo de la C. fue una sugerencia de mi editor de entonces, Manuel Rollán (Editorial Rollán) cuando se dispuso a lanzar colecciones de mayor importancia, como MURDER CLUB y WESTERN CLUB, por ejemplo. Dijo que había que “disfrazar” un poco el Lou Carrigan a secas, pues las nuevas colecciones iban a ser bastante más caras que los bolsilibros y aunque no quería de ninguna manera cambiar el Lou Carrigan, pues entonces ya era famoso, había que darle “más importancia” al nombre. Entonces yo le dije: “Bueno, pues pondremos Lou Constantine Carrigan”. Le pareció muy bien, pero a los pocos días me llamó por teléfono desde Madrid y me dijo: “¿Qué te parece Lou C. Carrigan?”. Acepté sin trauma ni problema alguno, y eso es todo.
ODISEO: Sabemos que para algunas de sus novelas románticas usted utilizaba otro seudónimo ¿Lo hacia porque quizás hubiera sido algo extraño para sus seguidores ver un escritor algo violento, en novelas de amor?
CARRIGAN: Pues la verdad es que sí. Parecía que el nombre de Lou Carrigan, ya muy introducido en la novelística de aventuras de acción y violencia, no era muy apropiado para tiernas novelas de amor, así que en este tema he utilizado los nombres de Angelo Antonioni y Angela Windsor. No recuerdo otros.
LEO: Cuando le llegaban cartas de lectores, ¿usted estaba autorizado por las editoriales para las que trabajaba a decir que era español o tenia que responder como si fuera un escritor norteamericano?
CARRIGAN: Aquí aprovecho para exponer, una vez más, la misma queja: JAMÁS ninguna editorial me entregó carta alguna de mis lectores. Y lo mismo le sucedió a mis colegas, que yo sepa. Ignoro por qué las editoriales hacían esto (a lo que no tenían derecho) pero con el tiempo y mayor experiencia he llegado a pensar que lo hacían para que los escritores no supiéramos que teníamos admiradores o gente que se interesaba por nuestro trabajo y nuestra persona, pues eso podía llevarnos a darnos cuenta de que teníamos más valor del que ellos pretendían darnos a fin de evitar posibles engreimientos y mayores exigencias en los derechos de autor.
ODISEO: ¿Cuántos y cuáles han sido los seudónimos que ha utilizado a lo largo de su carrera?
CARRIGAN: No los recuerdo todos, pues el que más ha prevalecido siempre es Lou Carrigan, los demás han sido esporádicos y de muy poco uso. Recuerdo Lou Flanagan, Anthony W. Raver, Sol Harrison, Milton Hamilton, Angelo Antonioni, Angela Windsor, O’Brien (en Brasil), Anthony Michaels (en Francia), y en libros de divulgación he utilizado Anthony Hamilton, Crowley Farber, Gordon Muller, Alan Sanders, Brigitte para las novelas eróticas, Tony Manhattan para las narraciones más atrevidas y en algunas guías de artes marciales, como Vera Sho-Dan.
8 comentarios:
Que datos hermanos , poco a poco voy complementando la informacion de la lectura de mis bolsilibros.
Saludos desde Talcahuano.
Se agradece, ya que al menos con un autor, servidor ppuede averiguar algo de la persona tras los nombres en las portadas ;)
Vamos, no nos dejen así, amigos. Suban más material, por favor!
Muy interesante la entrevista
Esperamos la siguiente entrega
gracias por sus cometarios, y espero que las proximas entradas sean de su agrado.
saludos.
Aguante Lou Carrigan.
Creo que donde el señor Vera dijo Anthony Hamilton quiso decir Milton Hamilton.
JC
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Estimado JC: Lamento contradecirte, pero tanto Anthony Hamilton como Milton Hamilton, han sido utilizados como seudónimos por el maestro.
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