EL DIA DE LA ENTREVISTA.
Nos pusimos de acuerdo con Lou, sobre el día y la hora para la entrevista, ya que la idea era que fuese en directo. Obviamente acomodamos la hora para ambos, puesto que hay diferencia de horas con Europa y no podíamos elegir una hora que fuese muy tarde para él o muy temprano para nosotros. Nos pusimos de acuerdo sobre una hora determinada, que se amoldaba bien para todos y también la fecha; domingo 13 de enero.
Leo por su lado, por esa semana estaría por asuntos de trabajo en Santiago, así que aprovechando de conocernos en persona, nos juntamos un día antes intercambiando ideas y poniéndonos de acuerdo sobre todas las preguntas que queríamos hacerle.
Llegado pues el gran día, estábamos nerviosos y a la vez ansiosos. Nos pusimos delante del computador, nos conectamos a Messenger 20 minutos antes de lo previsto y empezamos a esperar que el maestro se conectara. Mientras que Leo encendía un cigarro y yo bromeaba diciéndole: “Trata de no tirarme el humo a la cara, porque no fumo”.
Debo confesar que nunca antes había visto a Lou por webcam y habíamos solicitado la misma, para ver las reacciones de su rostro ante cual o tal pregunta, a lo que él no había dado ningún inconveniente, es más, pedía que nosotros también tuviéramos la webcam encendida.
Nuestra espera tardó poco: 10 minutos después Lou se conectaba. Creo que ambos saltamos de nuestros asientos y al menos yo, me puse algo nervioso, aunque de reojo me pareció que la colilla del cigarro del Leo estaba temblando en su mano.
Su cámara se encendió y apareció ante nosotros, vestía un impecable smoking blanco, una reluciente camisa celeste y una preciosa corbata amarilla.
Creo que casi al mismo tiempo, Leo y yo nos miramos con la boca abierta nuestra ropa, él andaba con un simple polerón plomo y yo con una polera con un dibujo de Iron Maiden.
Nos dimos los correspondientes saludos y me llamó mucho la atención su mirada, con esos ojos celestes que irradiaban una inteligencia que nunca antes había captado en nadie, parecía taladrarnos con esa mirada, como si penetrase en lo más profundo de nuestros pensamientos.
Estaba así, como embobado cuando Leo me dio un suave codazo y me dijo: “Ya pues, empieza con las preguntas que está esperando”. Tenía yo en mis manos un cuaderno con mis preguntas, pero no me decidía a usarlo, esa mirada me tenía intranquilo. Así que le dije a Leo: “Hombre, Leo, que fuiste el de la idea, empieza tú con la entrevista, que tienes más derecho que yo”. Pero parece que a Leo, le sucedía algo parecido que a mí puesto que lo vi tragar saliva, y luego algo enojado insistió que yo empezase “o si no, Lou se puede aburrir de esperar”. Respiré hondo y profundo, entonces empecé la entrevista, creo que a la tercera pregunta ya me sentía más cómodo. El resultado de la entrevista, fue realmente una experiencia espectacular y la compartiremos con ustedes muy pronto.
Leo por su lado, por esa semana estaría por asuntos de trabajo en Santiago, así que aprovechando de conocernos en persona, nos juntamos un día antes intercambiando ideas y poniéndonos de acuerdo sobre todas las preguntas que queríamos hacerle.
Llegado pues el gran día, estábamos nerviosos y a la vez ansiosos. Nos pusimos delante del computador, nos conectamos a Messenger 20 minutos antes de lo previsto y empezamos a esperar que el maestro se conectara. Mientras que Leo encendía un cigarro y yo bromeaba diciéndole: “Trata de no tirarme el humo a la cara, porque no fumo”.
Debo confesar que nunca antes había visto a Lou por webcam y habíamos solicitado la misma, para ver las reacciones de su rostro ante cual o tal pregunta, a lo que él no había dado ningún inconveniente, es más, pedía que nosotros también tuviéramos la webcam encendida.
Nuestra espera tardó poco: 10 minutos después Lou se conectaba. Creo que ambos saltamos de nuestros asientos y al menos yo, me puse algo nervioso, aunque de reojo me pareció que la colilla del cigarro del Leo estaba temblando en su mano.
Su cámara se encendió y apareció ante nosotros, vestía un impecable smoking blanco, una reluciente camisa celeste y una preciosa corbata amarilla.
Creo que casi al mismo tiempo, Leo y yo nos miramos con la boca abierta nuestra ropa, él andaba con un simple polerón plomo y yo con una polera con un dibujo de Iron Maiden.
Nos dimos los correspondientes saludos y me llamó mucho la atención su mirada, con esos ojos celestes que irradiaban una inteligencia que nunca antes había captado en nadie, parecía taladrarnos con esa mirada, como si penetrase en lo más profundo de nuestros pensamientos.
Estaba así, como embobado cuando Leo me dio un suave codazo y me dijo: “Ya pues, empieza con las preguntas que está esperando”. Tenía yo en mis manos un cuaderno con mis preguntas, pero no me decidía a usarlo, esa mirada me tenía intranquilo. Así que le dije a Leo: “Hombre, Leo, que fuiste el de la idea, empieza tú con la entrevista, que tienes más derecho que yo”. Pero parece que a Leo, le sucedía algo parecido que a mí puesto que lo vi tragar saliva, y luego algo enojado insistió que yo empezase “o si no, Lou se puede aburrir de esperar”. Respiré hondo y profundo, entonces empecé la entrevista, creo que a la tercera pregunta ya me sentía más cómodo. El resultado de la entrevista, fue realmente una experiencia espectacular y la compartiremos con ustedes muy pronto.
4 comentarios:
DIEGO: Lou siempre ha estado con nosotros y con nuestros padres. Espero que sus grandes historias las lean nuenstros hijos
Los nervios de conocer a quien se admira, eso no se si es envidiable o sentir pena por la tension de quien los sufre (los nervios, quiero decir)
Estoy deseando leer la entrevista, amigos. Espero que en ella quede resuelta una duda que tengo: ¿Cuales son esas 6 novelas de Lou Carrigan que fueron llevadas al cine?
Un fuerte abrazo.
P.D- A mí también me gusta Iron Maiden. ;-)
DIEGO: Tienes Razón amigo, las novelas de Lou las seguiran leyendo las futuras generaciones.
¿A proposito de que país eres?
Deka: Bueno, los nervios y todo lo demas fue sólo al principio, luego no nos dimos ni cuenta, de como charlabamos animadamente.
Raule: Paciencia amigo, todo eso y mucho más se sera proximamente revelado, y habrán grandes y gratas sorpresas ya veras.
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