ODISEO: ¿Quiénes componen su familia actualmente?
CARRIGAN: Mi familia consta de mi esposa, dos hijas, tres nietos varones de 25, 21 y 10 años, y una nieta guapa y peligrosa que acaba de cumplir 6 años con un ímpetu que refleja un carácter más peligroso que el de Brigitte Montfort. Reunida toda la familia en estas fiestas navideñas de 2007, les propuse tomarles unas fotos tanto en grupo familiar como individuales a fin de colocarlas en el blog. La respuesta fue unánime: NO, porque ellos no eran el personaje, el personaje era yo, así que la cosa estaba clara.
Naturalmente, también está mi hermano Francisco y su propia familia, compuesta de dos hijas y dos nietas. Las dos familias nos vemos con bastante frecuencia pese a que actualmente vivimos a ciento treinta kilómetros de distancia unos de otros, distancia que evidentemente, hoy día es fácil de salvar con un golpe de volante.
ODISEO: Sabemos que su hermano Francisco escribió varias novelas, con no poco éxito bajo el seudónimo de Mortimer Cody. ¿Quién empezó a publicar novelas primero, usted o él?
CARRIGAN: No por mucho tiempo, pero yo empecé primero. También soy casi dos años mayor que él. Pero empezar antes o después no significó nada desde el punto de vista profesional. Mi hermano estuvo varios años escribiendo a la par que yo y siempre con gran calidad y considerado un autor de primerísima línea, hasta que optó por dedicarse a otras actividades.
CARRIGAN: Mi familia consta de mi esposa, dos hijas, tres nietos varones de 25, 21 y 10 años, y una nieta guapa y peligrosa que acaba de cumplir 6 años con un ímpetu que refleja un carácter más peligroso que el de Brigitte Montfort. Reunida toda la familia en estas fiestas navideñas de 2007, les propuse tomarles unas fotos tanto en grupo familiar como individuales a fin de colocarlas en el blog. La respuesta fue unánime: NO, porque ellos no eran el personaje, el personaje era yo, así que la cosa estaba clara.
Naturalmente, también está mi hermano Francisco y su propia familia, compuesta de dos hijas y dos nietas. Las dos familias nos vemos con bastante frecuencia pese a que actualmente vivimos a ciento treinta kilómetros de distancia unos de otros, distancia que evidentemente, hoy día es fácil de salvar con un golpe de volante.
ODISEO: Sabemos que su hermano Francisco escribió varias novelas, con no poco éxito bajo el seudónimo de Mortimer Cody. ¿Quién empezó a publicar novelas primero, usted o él?
CARRIGAN: No por mucho tiempo, pero yo empecé primero. También soy casi dos años mayor que él. Pero empezar antes o después no significó nada desde el punto de vista profesional. Mi hermano estuvo varios años escribiendo a la par que yo y siempre con gran calidad y considerado un autor de primerísima línea, hasta que optó por dedicarse a otras actividades.
LA CANCION DEL RETORNO, de 1979. Una de las muchas novelas del señor Francisco Vera Ramírez, alias Mortimer Cody, hermano de Lou Carrigan. (Archivo Odiseo.)
ODISEO: ¿A qué edad usted se casó?
CARRIGAN: Me casé a los 24 años.
LEO: ¿En algún bolsilibro utilizó nombres y apellidos de familiares o amigos, para caracterizar a algún agente especial o un luchador galáctico?
CARRIGAN: NUNCA.
ODISEO: ¿Qué opina su familia acerca de sus novelas?
CARRIGAN: Mi familia conoce la fama de Lou Carrigan, aprecia mi trabajo, y sabe que soy un escritor serio y perfectamente adaptado a mi condición de novelista de aventuras. Y sabe que en otros niveles y cometidos literarios he dado también pruebas de mi calidad. En cualquier caso, para ellos soy una persona normal en todos los sentidos, y me ven más como marido, padre y abuelo que de cualquier otra forma.
ODISEO: ¿Nunca su esposa ha estado (o estuvo) celosa de algún personaje suyo, por ejemplo Brigitte? Obviamente se entiende celos sanos, puesto que sus personajes sólo cobraban vida en el papel y en la máquina de escribir.
CARRIGAN: Por supuesto que no. Mí esposa es una mujer inteligente y sensata.
LEO: ¿Cómo lo hacia para escribir los bolsilibros y dedicarle tiempo a su familia? ¿Tenia una estructura de trabajo o un lugar especial donde escribir?
CARRIGAN: A mi familia le he dedicado todo el tiempo de mí vida, pues he trabajado siempre en casa, en mi despacho y a mi aire. Siempre hemos estado juntos y en buena armonía, como una familia normal y feliz.
ODISEO: ¿Hay otra persona en su familia que se dedique a escribir, aunque de momento no haya publicado nada?
CARRIGAN: No, ninguna..., de momento.
ODISEO: La mayoría de los padres inventan historias para entretener a sus hijos cuando éstos son infantes. ¿Sus padres hacían esto con usted y su hermano? Y de ser así, ¿cree que eso influyó en ustedes para dedicarse a escribir aventuras?
CARRIGAN: No a todo.
ODISEO: ¿Existía alguna competencia sana entre usted y su hermano cuando publicaban al mismo tiempo?
CARRIGAN: Claro que no.
LEO: ¿Tiene dulces o amargos recuerdos de su infancia?
CARRIGAN: Tanto como amargos, no, pero fue una infancia movida y no siempre agradable. Sin más que añadir.
ODISEO: ¿Alguien de su familia se opuso cuando usted se despidió de Banesto para dedicarse exclusivamente a escribir?
CARRIGAN: Cuando me despedí de Banesto tenía 27 años, había publicado ya varias novelas y tenía un contrato de exclusiva con Editorial Rollán. Dejaba un empleo que no me interesaba nada en absoluto para dedicarme a lo que sí me interesaba, que era escribir, escribir y escribir, además de vivir mi propia vida, a mi gusto, libremente, y al mismo tiempo ingresando mensualmente y nada más empezar casi el cuádruple como escritor profesional que como empleado de banca. Esto aparte, era mi decisión, y nadie se opuso, naturalmente.
MATERIAL ADICIONAL
CARRIGAN: NUNCA.
ODISEO: ¿Qué opina su familia acerca de sus novelas?
CARRIGAN: Mi familia conoce la fama de Lou Carrigan, aprecia mi trabajo, y sabe que soy un escritor serio y perfectamente adaptado a mi condición de novelista de aventuras. Y sabe que en otros niveles y cometidos literarios he dado también pruebas de mi calidad. En cualquier caso, para ellos soy una persona normal en todos los sentidos, y me ven más como marido, padre y abuelo que de cualquier otra forma.
ODISEO: ¿Nunca su esposa ha estado (o estuvo) celosa de algún personaje suyo, por ejemplo Brigitte? Obviamente se entiende celos sanos, puesto que sus personajes sólo cobraban vida en el papel y en la máquina de escribir.
CARRIGAN: Por supuesto que no. Mí esposa es una mujer inteligente y sensata.
LEO: ¿Cómo lo hacia para escribir los bolsilibros y dedicarle tiempo a su familia? ¿Tenia una estructura de trabajo o un lugar especial donde escribir?
CARRIGAN: A mi familia le he dedicado todo el tiempo de mí vida, pues he trabajado siempre en casa, en mi despacho y a mi aire. Siempre hemos estado juntos y en buena armonía, como una familia normal y feliz.
ODISEO: ¿Hay otra persona en su familia que se dedique a escribir, aunque de momento no haya publicado nada?
CARRIGAN: No, ninguna..., de momento.
ODISEO: La mayoría de los padres inventan historias para entretener a sus hijos cuando éstos son infantes. ¿Sus padres hacían esto con usted y su hermano? Y de ser así, ¿cree que eso influyó en ustedes para dedicarse a escribir aventuras?
CARRIGAN: No a todo.
ODISEO: ¿Existía alguna competencia sana entre usted y su hermano cuando publicaban al mismo tiempo?
CARRIGAN: Claro que no.
LEO: ¿Tiene dulces o amargos recuerdos de su infancia?
CARRIGAN: Tanto como amargos, no, pero fue una infancia movida y no siempre agradable. Sin más que añadir.
ODISEO: ¿Alguien de su familia se opuso cuando usted se despidió de Banesto para dedicarse exclusivamente a escribir?
CARRIGAN: Cuando me despedí de Banesto tenía 27 años, había publicado ya varias novelas y tenía un contrato de exclusiva con Editorial Rollán. Dejaba un empleo que no me interesaba nada en absoluto para dedicarme a lo que sí me interesaba, que era escribir, escribir y escribir, además de vivir mi propia vida, a mi gusto, libremente, y al mismo tiempo ingresando mensualmente y nada más empezar casi el cuádruple como escritor profesional que como empleado de banca. Esto aparte, era mi decisión, y nadie se opuso, naturalmente.
MATERIAL ADICIONAL
ASESINOS MUTANTES, de 1980. Novela en la cual Cody, utiliza los géneros policiaco/espionaje con unos excelentes resultados.
(Archivo Odiseo.)
(Archivo Odiseo.)
ENTRE DOCE CUERDAS, de 1982. Una escalofriante novela que trata sobre la venganza de un desdichado boxeador, al cual unos mafiosos le mutilan ambas manos, para que se retire de los cuadriláteros. Años después el destino nuevamente lo pone frente a sus agresores, a quienes va asesinando sádicamente uno por uno. (Archivo Odiseo.)
El señor José Luiz Benício, sin duda el dibujante más famoso y de mayor calidad de Brasil, ilustró cientos de portadas para las novelas de la saga de Baby de Lou Carrigan, pero también ilustró muchas novelas de otros escritores; acá un ejemplo de ello en una novela del Oeste de Cody titulada La ley por un dólar. (Portada gentileza de Benício.)
Y si hablamos del señor Benício, es imposible (imperdonable inclusive) que dejemos pasar la oportunidad de ver una de sus espectaculares y maravillosas ilustraciones de Brigitte Montfort, alias Baby. ¿Están de acuerdo conmigo? (Portada gentileza de Benício.)
5 comentarios:
Chicos, muy acertado no hacer otra entrada diferente con el material adicional. De esta forma queda todo como un bloque. Y la entrevista está siendo maravillosa e interesante. Queremos más!
Un abrazo!
P.D- La Baby dibujada por el Sr. Benício es realmente turbadora. Una obra de arte.
Cada vez lamento más no haber lido nunca nada de Lou Carrigan. Si lo estoy descubriendo es gracias a estas entrevistas.
Estupenda entrevista. Ojalá no se acabe nunca.
Un saludote.
Muy interesante la entrevista.
Os felicito. De lo que se entera uno:¡Mortimer Cody es hermano de Lou!!
Esperamos la tercera entrega
Y si, Benicio dibuja a Baby (y a las mujeres en general) como nadie
Gracias nuevamente por todos , los comentarios y espero que las proximas partes de la entrevista sean de su agrado.
EL matarial adicional que nos a entregado odiseo , esta muy bueno.
Espero que en el futuro , podamos hacer lo mismo con el resto de los escritores de bolsilibros , para demostrar que lso bolsilibros hoy estan mas vivos que nunca.
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