Dicen que siempre es bueno usar el
autocontrol, pero pienso que (al menos en mi caso) no siempre sirve.
Primero hay que tomar en cuenta de que
últimamente mi trabajo diario se ha incrementado, si ya el hecho de trabajar de
lunes a domingo resultaba agotador, ahora hay que agregar que mis funciones en
mi desempeño diario se han incrementado.
Sumemos a eso, que cada vez tengo menos
tiempo libre y que al menos una de cada dos noches me vence el cansancio y me quedo
dormido sentado frente a mi notebook, intentando escribir algún artículo, o
bien tratando de ponerme al día con la correspondencia.
Mucha gente puede pensar que soy un
malagradecido que no responde los correos, pero créanme, aunque demoré mucho,
finalmente me voy poniendo al día.
En fin, ese es mi panorama diario. Luchar
noche a noche por no quedarme dormido e intentar escribir algunas líneas.
Pues bien, hace un par de semanas un
maldito virus atacó mi notebook, no podía hacer nada. Si mi trabajo para Bolsi
& Pulp era poco, ahora era nulo, pero no por mi culpa.
Cuando finalmente pude solucionar el
problema, apareció otro problemita más (ya sabía yo que los problemas nunca
vienen solos) y ahora resultaba que no podía redactar nada de nada, puesto que
mi licencia para usar el Word había caducado.
Esto último, ya me había colmado la
paciencia, y les juró amigos míos que ganas no me faltaron de destrozar mi
notebook con un pesado martillo. Si ya de por sí, estaba enojado conmigo mismo
por no tener la suficiente resistencia física para poder aguantar el sueño
noche a noche, pero, aunque lo aguantase… ¿De que me servía? No podía redactar
nada sin la licencia del maldito Word.
¿En casos como estos hay que usar el
autocontrol? Para mí en esos momentos, lo más sencillo era destrozar mi equipo
informático y luego quizás irme por unos días a meditar a una montaña (debido a
mis crueles instintos de destrucción masiva), ojalá lo más lejos posible de la
civilización. Pero…
Pero… La realidad era otra, me hubiera dado mucha
satisfacción romper mi notebook, pero eso simplemente habría significado tener
que comprar otro. Y aunque lo hubiera hecho, hoy por hoy, las licencias del Office
que vienen en los Notebooks (que como todos saben, incluye el Word) solo duran un tiempo limitado,
obligando a las personas a tener que comprar las dichosas licencias terminado
dicho tiempo. Es decir, me habría pasado lo mismo.
Y, por otro lado, tampoco me puedo ir a
meditar a ninguna parte, ahora menos que nunca pues mis vacaciones son en febrero
y faltan muchos meses todavía.
Como podrán adivinar, solucione el
problema de la licencia, y acá estoy nuevamente con ustedes. Dándole a las
teclas, luchando contra el sueño cada noche y esperando que no surja un tercer
problema, pues de ser así, el único que corre un peligro real es mi equipo informático…
Bueno y para ser sinceros, ustedes también probablemente me echarían mucho de
menos en el blog, bien... A mí no quizás tanto, (ya que soy un pesado, que con
suerte me soporto yo y me soporta mi amada pareja) pero si creo que a mis
artículos los extrañaría, que son mi trabajo y mi esencia plasmada en Bolsi
& Pulp.
Por ahora, todo está en orden y mi
Notebook puede respirar tranquilo… Repito, POR AHORA.
¡Un abrazo a todos y saludos
bolsilibrescos!
Atte: ODISEO… Legendario Guerrero Arcano.