Si por Especial Terror entendemos dedicar mucho tiempo y trabajo a un tema, no cabe duda de que el que nos está ofreciendo BOLSI&PULP ES UN ESPECIAL, y más aún si recordamos a los amigos que en él intervienen haciéndonos partícipes de sus amplísimos conocimientos del tema, y ello con su habitual desinterés y ganas de colaborar, todos ellos grandes y sinceros aficionados y analistas de la literatura llamada popular, dotados de un certero sentido crítico (en el mejor sentido) que muchos quisiéramos…Ahí tenemos a Antonio Quintana, Barbie Murano, Homo Libris, y al mismísimo Odiseo, que dice ser mi fan número uno de Santiago de Chile, cuya Carriganmanía es bien conocida y que yo agradezco muchísimo, además de felicitarlo por sus siempre acertadas ideas y su trato inteligente y respetuoso.
Y aquí tenemos al buen Odiseo ejerciendo su Carriganmanía…
Y aquí tenemos al buen Odiseo ejerciendo su Carriganmanía…
Aprovecho la ocasión para proponer que alguien con capacidad organizadora ponga en marcha un CLUB DEL TERROR (o Amigos del Terror) en BOLSI&PULP, en el que por supuesto serían socios de honor los amigos arriba citados, pues se lo merecen de sobra. En cuanto al resto de quienes quisieran ser socios, se exigirían unos inexcusables requisitos para ser admitidos en el Club. Tales requisitos serían: no tener miedo a nada y ser guapo y valiente. Con tal fin, adjunto la última foto que me he hecho; he salido un poco despeinado, pero es que soplaban unos malos vientos terroríficos…
Preguntémonos: ¿por qué nos gusta el Terror? Sea por lo que sea, se me ocurre que puesto que estamos desarrollando un “especial terror” deberíamos encontrar algo que fuese en verdad especialmente terrorífico. ¿Y qué podría ser especialmente terrorífico? ¿Que nos invadiesen los extraterrestres? ¿Qué hubiera un terremoto o un maremoto o un tsunami mundial? ¿Qué el Sol se apagase? ¿Que resucitaran todos los muertos? ¿Qué nos muriésemos todos a la vez? ¿Que nos convirtiéramos en vampiros, o en cucarachas o en perros rabiosos, o en boñigas…?
Yo había pensado aprovechar este especial para darles a ustedes un susto terrorífico, pero me he dicho: «¿Cómo vas a poder asustar a gente a la que le ENCANTA el Terror?» Y la verdad, no se me ocurre qué susto podría darles, ni cómo hacerlo, pues son ustedes gente muy curtida.
Pero veamos: ¿qué es el terror? Si recurrimos al diccionario, tenemos:
terror.(Del lat. terror, -ōris).1. m. Miedo muy intenso.2. m. Persona o cosa que produce terror. U. t. en sent. fest. De joven era el terror de las chicas del barrio.3. m. por antonom. Método expeditivo de justicia revolucionaria y contrarrevolucionaria.4. m. por antonom. Época, durante la Revolución francesa, en que este método era frecuente. loc. adj. Dicho de una obra cinematográfica o literaria y del género al que pertenecen: Que buscan causar miedo o angustia en el espectador o en el lector.
Aunque viviera un millón de años nunca olvidaría que de niño me daban mucho miedo (o sea, miedo muy intenso, es decir, terror) algunos personajes de ficción que veía en películas en blanco y negro, como por ejemplo la malvada bruja de Blancanieves, el conde Drácula, el monstruo del doctor Frankenstein… Y no digamos el Hombre Lobo, terrorífica creación cinematográfica del actor Lon Chaney. Había que verlo en la pantalla cuando le iba saliendo el hirsuto pelaje en el horrendo rostro y aparecían los relucientes colmillos, y qué mirada perversa y maléfica aparecía en sus ojos furibundos cuando aullaba a la luz de la Luna…
La verdad es que me gustaría volver a tener miedo, pues a lo mejor tiene cierta gracia; vamos, seguro que la tiene, pues de otro modo no tendría sentido que gente hecha y derecha, culta e inteligente, disfrutase con las andanzas de feísimos bichos, fantasmas, monstruos, sádicos y demás gente perversa, y de situaciones brutalmente estresantes. Pero aunque hacerse viejo tiene algunas ventajas también tiene toda una serie de desventajas, algunas bastante irritantes, como por ejemplo la de no tener miedo ni al demonio. Claro: porque en tantos años he tenido tiempo y ocasiones de darme cuenta de que el demonio no existe. De niño sí le tenía miedo al demonio, porque me dijeron que existía y yo, claro está (¡santa inocencia!), me lo creí. Porque todo esto del terror fue evolucionando, y se pasó de dar miedo con imágenes de colmillos lobunos y fosforescentes ojos enloquecidos a dar miedo con palabras e ideas: llegó el momento en que ya no tenías miedo a lo que veías, sino a lo que te decían que podía ocurrirte, a lo que introducían en tu mente como posibilidades terribles que eran peor que los monstruos, los lobos y los vampiros, porque a éstos los veías venir, pero no a las pejigueras mentales… Del terror físico real se pasó al terror psicológico, que es peor, porque a un lobo le tiras una piedra o le pegas un tiro y lo pones en fuga, pero a una idea maligna que se ha instalado en tu mente… ¿cómo la espantas, cómo la ahuyentas, cómo la eliminas…? No hacían falta auténticas imágenes horrendas para provocar terror o simple miedo, bastaba decir, sugerir, lo que te podía pasar, o lo que supuestamente le estaba pasando a alguien…
Y hoy el terror sigue evolucionando, hasta el punto de que me pregunto: ¿lo que llamamos terror es realmente terror o es morbo? Porque yo no creo que un adulto se aterrorice, pero sí que le encanta lo peligroso, lo que, según parece, es morboso…
morbo.(Del lat. morbus).1. m. enfermedad (alteración de la salud).2. m. Interés malsano por personas o cosas.3. m. Atracción hacia acontecimientos desagradables
Fíjense ustedes bien: atracción hacia acontecimientos desagradables.
¿Y lo del interés malsano? En el aspecto en que aquí utilizamos esta palabra nos referimos a algo que es “moralmente dañoso”. Pero cabe pensar que tal vez este “interés malsano” proporcione determinadas satisfacciones, en cuyo caso el morbo sería una especie de recurso lúdico o suceso agradable a tener en cuenta…
Y no digamos las descargas de adrenalina que según parece producen los sobresaltos y espantos y que, según me cuentan, proporcionan un placer o una sensación especial muy estimulante e incluso beneficiosa y a la cual, hoy por hoy, todavía no he tenido acceso, así que para hablarles de ella tengo que recurrir a la explicación que de la misma nos proporciona el diccionario:
adrenalina.(Del ingl. adrenaline, formado sobre el lat. ad, junto a, y renalis, renal).1. f. Biol. Hormona segregada principalmente por la masa medular de las glándulas suprarrenales, poco soluble en agua, levógira y cristalizable. Es un poderoso constrictor de los vasos sanguíneos, por lo que se usa como medicamento hemostático.
levógiro, ra.(Del lat. laevus, izquierdo, y gȳrus, giro).1. adj. Que gira en el sentido contrario a las agujas del reloj.2. adj. Quím. Dicho de una sustancia o de una disolución: Que hace girar a la izquierda el plano de la luz polarizada cuando se mira hacia la fuente. U. t. c. s. m.
hemostático, ca.(De hemo- y -stático).1. adj. Med. Dicho de un medicamento o de un agente: Eficaz para detener una hemorragia. U. t. c. s. m.
Yo, francamente, no acabo de entender esto del morbo y lo de la descarga de adrenalina como algo gratificante e incluso conveniente alguna que otra vez. Es claro que hay gustos para todo, eso ya lo sé. Hay gente a la que le gusta lo dulce y gente a la que le gusta lo salado… ¿Es mejor una cosa que otra? No. Se trata de que, como se dice vulgarmente, es cuestión de gustos y creo que tan válido es lo dulce como lo salado en cuestión de preferencias. Esto aparte, y aunque lo del morbo y la adrenalina no van conmigo, hubo un tiempo (a principios de los años ochenta) en los que escribí una serie de relatos para una revista llamada MORBO (66 páginas, formato 17,5 x 23,5 cm, con estupendas y terroríficas ilustraciones de mi amigo Luis Montañá; y de otros dibujantes por supuesto también de gran calidad). Con el seudónimo de Wilson Stonewall escribí bastantes relatos para esta novedosa y exitosa revista; de ella he extraído algunos de los relatos de entonces y ahora forman parte de mi reciente publicación, el llamado VOLTERROR.
Yo había pensado aprovechar este especial para darles a ustedes un susto terrorífico, pero me he dicho: «¿Cómo vas a poder asustar a gente a la que le ENCANTA el Terror?» Y la verdad, no se me ocurre qué susto podría darles, ni cómo hacerlo, pues son ustedes gente muy curtida.
Pero veamos: ¿qué es el terror? Si recurrimos al diccionario, tenemos:
terror.(Del lat. terror, -ōris).1. m. Miedo muy intenso.2. m. Persona o cosa que produce terror. U. t. en sent. fest. De joven era el terror de las chicas del barrio.3. m. por antonom. Método expeditivo de justicia revolucionaria y contrarrevolucionaria.4. m. por antonom. Época, durante la Revolución francesa, en que este método era frecuente. loc. adj. Dicho de una obra cinematográfica o literaria y del género al que pertenecen: Que buscan causar miedo o angustia en el espectador o en el lector.
Aunque viviera un millón de años nunca olvidaría que de niño me daban mucho miedo (o sea, miedo muy intenso, es decir, terror) algunos personajes de ficción que veía en películas en blanco y negro, como por ejemplo la malvada bruja de Blancanieves, el conde Drácula, el monstruo del doctor Frankenstein… Y no digamos el Hombre Lobo, terrorífica creación cinematográfica del actor Lon Chaney. Había que verlo en la pantalla cuando le iba saliendo el hirsuto pelaje en el horrendo rostro y aparecían los relucientes colmillos, y qué mirada perversa y maléfica aparecía en sus ojos furibundos cuando aullaba a la luz de la Luna…
La verdad es que me gustaría volver a tener miedo, pues a lo mejor tiene cierta gracia; vamos, seguro que la tiene, pues de otro modo no tendría sentido que gente hecha y derecha, culta e inteligente, disfrutase con las andanzas de feísimos bichos, fantasmas, monstruos, sádicos y demás gente perversa, y de situaciones brutalmente estresantes. Pero aunque hacerse viejo tiene algunas ventajas también tiene toda una serie de desventajas, algunas bastante irritantes, como por ejemplo la de no tener miedo ni al demonio. Claro: porque en tantos años he tenido tiempo y ocasiones de darme cuenta de que el demonio no existe. De niño sí le tenía miedo al demonio, porque me dijeron que existía y yo, claro está (¡santa inocencia!), me lo creí. Porque todo esto del terror fue evolucionando, y se pasó de dar miedo con imágenes de colmillos lobunos y fosforescentes ojos enloquecidos a dar miedo con palabras e ideas: llegó el momento en que ya no tenías miedo a lo que veías, sino a lo que te decían que podía ocurrirte, a lo que introducían en tu mente como posibilidades terribles que eran peor que los monstruos, los lobos y los vampiros, porque a éstos los veías venir, pero no a las pejigueras mentales… Del terror físico real se pasó al terror psicológico, que es peor, porque a un lobo le tiras una piedra o le pegas un tiro y lo pones en fuga, pero a una idea maligna que se ha instalado en tu mente… ¿cómo la espantas, cómo la ahuyentas, cómo la eliminas…? No hacían falta auténticas imágenes horrendas para provocar terror o simple miedo, bastaba decir, sugerir, lo que te podía pasar, o lo que supuestamente le estaba pasando a alguien…
Y hoy el terror sigue evolucionando, hasta el punto de que me pregunto: ¿lo que llamamos terror es realmente terror o es morbo? Porque yo no creo que un adulto se aterrorice, pero sí que le encanta lo peligroso, lo que, según parece, es morboso…
morbo.(Del lat. morbus).1. m. enfermedad (alteración de la salud).2. m. Interés malsano por personas o cosas.3. m. Atracción hacia acontecimientos desagradables
Fíjense ustedes bien: atracción hacia acontecimientos desagradables.
¿Y lo del interés malsano? En el aspecto en que aquí utilizamos esta palabra nos referimos a algo que es “moralmente dañoso”. Pero cabe pensar que tal vez este “interés malsano” proporcione determinadas satisfacciones, en cuyo caso el morbo sería una especie de recurso lúdico o suceso agradable a tener en cuenta…
Y no digamos las descargas de adrenalina que según parece producen los sobresaltos y espantos y que, según me cuentan, proporcionan un placer o una sensación especial muy estimulante e incluso beneficiosa y a la cual, hoy por hoy, todavía no he tenido acceso, así que para hablarles de ella tengo que recurrir a la explicación que de la misma nos proporciona el diccionario:
adrenalina.(Del ingl. adrenaline, formado sobre el lat. ad, junto a, y renalis, renal).1. f. Biol. Hormona segregada principalmente por la masa medular de las glándulas suprarrenales, poco soluble en agua, levógira y cristalizable. Es un poderoso constrictor de los vasos sanguíneos, por lo que se usa como medicamento hemostático.
levógiro, ra.(Del lat. laevus, izquierdo, y gȳrus, giro).1. adj. Que gira en el sentido contrario a las agujas del reloj.2. adj. Quím. Dicho de una sustancia o de una disolución: Que hace girar a la izquierda el plano de la luz polarizada cuando se mira hacia la fuente. U. t. c. s. m.
hemostático, ca.(De hemo- y -stático).1. adj. Med. Dicho de un medicamento o de un agente: Eficaz para detener una hemorragia. U. t. c. s. m.
Yo, francamente, no acabo de entender esto del morbo y lo de la descarga de adrenalina como algo gratificante e incluso conveniente alguna que otra vez. Es claro que hay gustos para todo, eso ya lo sé. Hay gente a la que le gusta lo dulce y gente a la que le gusta lo salado… ¿Es mejor una cosa que otra? No. Se trata de que, como se dice vulgarmente, es cuestión de gustos y creo que tan válido es lo dulce como lo salado en cuestión de preferencias. Esto aparte, y aunque lo del morbo y la adrenalina no van conmigo, hubo un tiempo (a principios de los años ochenta) en los que escribí una serie de relatos para una revista llamada MORBO (66 páginas, formato 17,5 x 23,5 cm, con estupendas y terroríficas ilustraciones de mi amigo Luis Montañá; y de otros dibujantes por supuesto también de gran calidad). Con el seudónimo de Wilson Stonewall escribí bastantes relatos para esta novedosa y exitosa revista; de ella he extraído algunos de los relatos de entonces y ahora forman parte de mi reciente publicación, el llamado VOLTERROR.
Por mi parte, me pregunto qué podría producirme/provocarme terror hoy día, y la respuesta es: NADA. Bueno, sí, la maldad y la inhumanidad. O sea, que vivo aterrorizado.
Pero en definitiva, creo que lo más terrorífico sería no tener amigos, así que Bolsi&Pulp no puede subir ningún Especial Terror, porque tiene muchos amigos…, entre los cuales tengo la gran satisfacción de contarme.
No quisiera terminar sin exponer una idea que es bien conocida por todos: es más difícil dar risa que dar miedo… Para el miedo, te pones unos colmillos postizos y ya eres un lobo, o una capa, y ya está, ya eres Drácula o similar… Pero a ver cómo te las arreglas para hacer reír…, que tampoco es mala cosa. Podríamos decir que no sólo de terror vive el hombre… ¿A alguien se le ocurre algo al respecto?
Envío a todos un espantoso mordisco y mi más enfurecida mirada…
Que lo disfruten.
LOU CARRIGAN
Pero en definitiva, creo que lo más terrorífico sería no tener amigos, así que Bolsi&Pulp no puede subir ningún Especial Terror, porque tiene muchos amigos…, entre los cuales tengo la gran satisfacción de contarme.
No quisiera terminar sin exponer una idea que es bien conocida por todos: es más difícil dar risa que dar miedo… Para el miedo, te pones unos colmillos postizos y ya eres un lobo, o una capa, y ya está, ya eres Drácula o similar… Pero a ver cómo te las arreglas para hacer reír…, que tampoco es mala cosa. Podríamos decir que no sólo de terror vive el hombre… ¿A alguien se le ocurre algo al respecto?
Envío a todos un espantoso mordisco y mi más enfurecida mirada…
Que lo disfruten.
LOU CARRIGAN
MATERIAL ADICIONAL:
8 comentarios:
Qué gran entrada. Hace apenas un par de días publiqué una reseña de un título de Carrigan -aunque no es de terror- y, sin duda, se trata de uno de los grandes escritores de bolsilibros. Felicitaciones por tu blog Odiseo, y a Carrigan por todo su trabajo a lo largo de tantas décadas.
Les dejo el link por si alguien desea visitar la reseña:
http://la-pasion-inutil.blogspot.com/2009/12/lou-carrigan-profesor-de-sinverguenzas.html
Gracias Odiseo por avisarme de este post. Felicitaciones!
Lou Carrigan tem uma multidão de fãs e admiradores no Brasil, principalmente aqui no Rio de Janeiro.
Em alguns posts que fiz há algum tempo em meu blog sobre esse querido e talentoso autor, recebo muitos comentários e elogios até hoje.
Parabéns por essa homenagem tão merecida !
JÔKA P.
Habla el Maestro. Sólo queda escuchar y aprender. Una gran entrada
Pedazo artículo y aún se te hace corto! También me impresionó el del otro maestro: Ralph Barby. Estáis haciendo una labor encomiable reuniendo a tanto genio en este pequeño rincón virtual.
Enhorabuena y no desfallezcáis!
Abrazos desde Barcelona (la ciudad con el mejor equipo de fútbol del mundo, jejeje).
Estimado y admirado Lou Carrigan: Quiero agradecerle a usted, en nombre de todos los que trabajamos en Bolsi & Pulp por todo su tiempo, paciencia y buena voluntad, para colaborar con una sensacional reseña para nuestro ESPECIAL TERROR.
¡Muchísimas gracias maestro! ¡Le mando un abrazo gigantesco!
Alejandro: Tu Reseña de Carrigan es muy buena, y obviamente que la comenté en tu blog amigo.
Carlos: Gracias a ti por visitar y comentar en Bolsi & Pulp.
Jôka:Me alegro que en Brasil quieran tanto al maestro Carrigan y así como me siento el Fan número uno de Chile de Lou, al parecer tú eres el número uno de Brasil amigo.
Soldevilla: Tú lo has dicho amigo, una gran entrada.
Raule: Gracias amigo, y es que los maestros, son los maestros. Por algo escriben como escriben.
¡Muchas gracias a todos por sus bellas palabras y sus comentarios!
Atte: Odiseo…..Legendario Guerrero Arcano.
Gracias Odiseo por los bolsilibros...me han entretenido mucho en mis momentos de oscio...
espero este muy bien y sigas publicando muy buenas reseñas..
saludos vivi (kine)
De nada Vivi!! Me alegro que el par de novelas que te he regalado sean de tu agrado.
También espero que estes muy bien, muchas gracias por comentar y te mando un beso y un abrazo gigantes.
Atte: Odiseo...Legendario Guerrero Arcano.
Publicar un comentario