POR ANTONIO QUINTANA CARRANDI
El planeta rojo fue un escenario habitual en los
bolsilibros de Luís García Lecha. Luchar por Marte, nº 289 de LCdE, aparecida en febrero de 1976, con
cubierta de Salvador Fabá y firmada
por el autor como Clark Carrados, es
otra de esas entretenidas novelas con que nos obsequió el escritor de Haro.
En Luchar por
Marte la colonización del cuarto planeta de nuestro sistema está en manos
de la Marspace Energy, una
corporación que suministra toda la energía que se consume en Marte, lo que le confiere
un enorme poder sobre los colonos. Pero esa compañía tiene un oscuro propósito
para el planeta. En los últimos tiempos ha estado comprando grandes extensiones
de terreno a los colonos marcianos. De hecho, está utilizando prácticas
mafiosas para obligar a éstos a vender, lo que está teniendo resultados muy
negativos en el proceso de colonización. A pesar de ello, Dave Lay, que ansía labrarse un porvenir en el planeta, adquiere la
granja de un colono que ha “decidido” emigrar, presionado por la ME. Los
agentes de la corporación tratan de impedírselo sin conseguirlo, lo que los
induce a tomar medidas drásticas contra el joven. Pero éste, animoso y decidido
a hacer valer sus derechos, y también a desenmascarar los turbios planes de la
ME, decide hacerles frente con la ayuda de Charlotte
Hogan, una colonizadora que está pasando por graves apuros.
El Marte de esta novela es descrito por el autor como
un mundo con una ténue atmosfera, que obliga a usar ropas de abrigo y
mascarillas de oxígeno en el exterior. Obviamente, en 1976 todavía se sabía muy
poco sobre ese planeta, así que la descripción de Lecha puede aceptarse. La vida se desarrolla bajo cúpulas estancas,
una visión clásica que tiene todas las papeletas para hacerse realidad en un
futuro a medio o largo plazo, y el transporte se realiza con los consabidos
“coches marcianos” imaginados por el autor, cuya plasmación real es el fabuloso
LER de la NASA. También destaca el protagonismo de los “zrinns”, unas criaturas
alienígenas que son empleadas como peones por algunos colonos, y que
demostrarán ser mucho más inteligentes de lo que sospechan sus jefes humanos.
Luchar por Marte es un bolsilibro y da lo que el
lector espera recibir. Por supuesto que no puede compararse a otras obras
ilustres ambientadas en el planeta rojo. Pero es mucho mejor que algunas
novelas de más empaque que transcurren en Marte y que acaban revelándose como
obras decepcionantes. En todo caso, es
una entretenidísima opción para desintoxicarse de otras lecturas más farragosas y aburridas. Disfrutadla.
Antonio Quintana
Octubre de 2014
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