POR ANTONIO QUINTANA CARRANDI
USA puso a un
hombre en la Luna en 1969. En aquel momento la carrera espacial tenía un
marcado cariz político y de prestigio nacional. La primera democracia del mundo
fue la primera nación en llevar a un hombre a la superficie de Selene, pero el
proyecto Apollo se canceló poco después por razones presupuestarias. Es hora de
que Estados Unidos vuelva a liderar la carrera espacial, porque ésta no ha
terminado; simplemente, antes el contrincante era la antigua Unión Soviética y
ahora son China e India, sobre todo la primera. Soy consciente de que la crisis
económica es grave, pero si Europa y USA no reaccionan a tiempo ante el desafío
chino-indio, si no aúnan esfuerzos para ponerse muy por delante de esas dos
naciones, si dejan que éstas tomen ventaja, después les costará muchísimo más
alcanzarlas… si es que logran hacerlo.
La exploración
espacial es muy cara, pero con el
concurso de todas las naciones occidentales y democráticas es posible asumir
sus costes. Es evidente que, para enfrentarnos a un proyecto así, antes habrá
que cambiar la mentalidad política, que sólo valora aquello que puede rendir
beneficios electorales a corto plazo y para la que el horizonte futuro sólo
alcanza ocho años como mucho. Necesitamos por tanto estadistas, gente que, como
John Fitzgerald Kennedy, piensen en
la próxima generación y no en el egoísta y rastrero día a día político. Con
dirigentes así, que antepongan el futuro de sus países a su carrera política,
estaremos en condiciones de emprender la conquista del espacio con
probabilidades de éxito. Urge también concienciar a la población, haciéndole
comprender que el futuro de la humanidad está allá arriba, entre las estrellas,
y que es mejor que los primeros en volver al espacio sean aquellos que
comparten unos valores de respeto y convivencia democrática. Y aunque será muy difícil,
es imprescindible conseguir que la gente, o una mayoría significativa de ella,
comprenda que invertir en el espacio es hacerlo en el porvenir de toda la raza
humana.
Creo que el
siglo XXI, que prácticamente acaba de comenzar, será el de la conquista del
Sistema Solar. Estados Unidos, secundada por Europa y quizá por Rusia,
cuya experiencia espacial es
considerable, puede y debe abanderar esa gran empresa. Para ello será necesario
que los estadounidenses recuperen aquella confianza en el futuro y aquel
entusiasmo que, a pesar de los graves problemas por los que pasaba su país,
tenían en los años 60. Los retos son incluso mayores que entonces, pero las
recompensas serán más reales y tangibles, aunque haya que esperar cierto tiempo
para apreciar los resultados. Explorar y conquistar el Sistema Solar habrá de
ser una tarea de generaciones, razón por la cual lo que se haga ahora tendrá
una importancia capital en el futuro desarrollo de los acontecimientos. India y
China están planteándole un pulso tecnológico a Occidente, un desafío que exige
una reacción inmediata y contundente por nuestra parte. El futuro de la
humanidad, insisto en ello, está ahí arriba, en el espacio, cuya conquista será
vital. Y el mundo occidental y
democrático ha de ponerse a la cabeza de tan magna empresa… si no quiere ser
eclipsado por unos países que sustentan sus logros en la explotación
inmisericorde de sus poblaciones.
5 comentarios:
Muy ingenuo ese maniqueísmo democracia-autoritarismo. El mundo dicho democrático lo es de fachada, un teatro.
Viendo el seudónimo con el que firma el comentario, su ideología queda clara, por lo que no puede extrañar lo que dice. Afortunadmaente, el comunismo y los diversos disfraces que adoptó en los países democráticos está muerto y enterrado para siempre, pues además de un estrepitoso fracaso en lo económico, fue también la ideología más criminal que ha exisitido, sólo superada por muy poco por el Nacinalsocialismo hitleriano. En tiempos, los que presumían de ser "de izquierdas" abanderaron las manifestaciones contra la guerra de Vietnam... en los países democráticos, claro, porque donde mandaban los de su cuerda manisfestarse, aunque fuera por las razones más nimias, equivaía a opositar a una plaza en un gulag... o a desaparecer sin dejar rastro. Guevara, cuyo nombre ha usurpado para este comentario, lo que demuestra tanto falta de imaginación como una mentalidad sectaria y narcisista, sostenía que había que crear "uno, diez, cien, mil Vietnam". Eso basta por sí sólo para demostrar de que "pasta" estaba hecho el personaje, y, de paso, para despretigiar todavía más a cierta clase de individuos que, a pesar de su supuesto "pacifismo", una "pose" en sí mismo, demuestran lo peligrosos que son cada vez que abren la boca.
Pero a lo que íbamos: las democracias occidentales no son perfectas. De hecho, tienen muchos fallos, que son mucho más notorios, por razones obvias, en los Estados Unidos. Yo mismo he criticado en muchos artículos, publicados aquí y en el Sitio de Ciencia Ficción, los defectos de la sociedad americana, que se exacerbaron durante la tristemente célebre "Caza de Brujas" a mediados de los años 40. Pero, como decía Chrchill, "no es que la democracia sea el mejor sistema de gobierno; es que es el menos malo de todos los que conocemos". Por eso siempre defenderé la superioridad moral de las democracias occidentales frente a ciertos regímenes que, por lo que veo, son muy de su agrado, pese a su abyección. Si se impone la sensatez, será el occidente demcrático el que abandere la conquista del sistema solar. No hay ni rastro de maniqueismo in´genuo en mi artículo, y sí-aunque me esté mal el decirlo-bastante sentido común. En cuanto a los individuos como usted, que siguen adorando la "vaca sagrada" del ultraizquierdismo más radical y estulto, no les arriendo la ganancia. Afortunadamente, la libertad va echando sus raíces por doquier, y cada vez queda menos gente así. El mito cubano, que ha condenado al hambre y a la exclusión social a todo un pueblo que, en su momento, fue vílmente engañado por un sinvergüenza idéntico en todo a Batista, salvo en la ideología, se desmorona, y muy pronto, merced a los buenos oficios de la administración Obama, se vendrá abajo por completo. Los extremismos políticos, aunque de vez en cuando den algún susto puntual, están muertos, a Dios gracias. Y eso incluye a la odiosa y criminal ideología que usted profesa.
Antonio Quintana
Qué puedo decir... Totalmente de acuerdo con el Sr. Quintana y su brillante exposición; al carajo con los "Guaviras" o "Guevaras-sin-varas" que quedan por regados por el mundo. Esa gente lo que se merece es que le envíen a los Marines.
1 - Guavira es una fruta típica de mi región. 2 - Comenté que no somos tan libres así. No hice defensa del otro lado, señores maniqueístas, que ni saben lo que significa. 3 - Se debe atacar el argumento, no el argumentador. 4 - Aprecio esta página de reseñas de calidad. Hablo a las personas de la casa, no a los perros.
Muy bien Che Guavira, para que veas de qué calaña son los gachupines. Todos "demócratas" de estar por casa, imperialistas, alienados, franquistas....
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