POR ANTONIO QUINTANA CARRANDI
Publicada en 1965, en la exitosa colección Hazañas Bélicas, de Toray, con el nº 512, UN OFICIO PELIGROSO es una entretenida novela de guerra, de las que debieron publicarse varios miles en nuestro país.
El protagonista de esta historia es Edsel Summers, sargento detective de Scotland Yard, el mítico cuerpo policial británico. Durante una de sus investigaciones, nuestro héroe logra detener a Mister X, un ladrón de guante blanco, especializado en la sustracción de joyas. El tal Mister X resulta ser una hermosa mujer, Kay Orland, que actúa en complicidad con un individuo llamado Red Choyne. Ambos delincuentes son juzgados y condenados, y nuestro protagonista vuelve a su trabajo habitual en el Yard, aunque no puede evitar acordarse de vez en cuando de aquella hermosa ladrona a la que, gracias a él, condenaron a largos años de prisión.
Pasa el tiempo, y al estallar la Segunda Guerra Mundial, Summers siente la llamada del deber y abandona la policía, alistándose en el Ejército, concretamente en el cuerpo de Comandos. Un buen día, sus superiores le encargan una difícil misión en la Francia ocupada. El objetivo es apoderarse de unos importantes planos de las defensas costeras construidas por los nazis. Dichos planos se encuentran en un castillo del siglo XIV, en la caja fuerte del despacho de un alto jerarca nazi. Para llevar a cabo este trabajo, se requiere a alguien especialmente dotado para la escalada en las circunstancias más adversas, pero en ese momento la unidad a la que pertenece Summers no dispone de nadie bien entrenado. Nuestro héroe recuerda de inmediato a Kay Orland, una escaladora excepcional, que demostró sus actitudes en todos y cada uno de los audaces robos que cometió.
Summers va a verla a la cárcel y le plantea la cuestión. Si acepta la misión, el gobierno le perdonará los doce años de condena que le quedan. Kay no lo duda y acepta de inmediato. El comando lo formarán cuatro personas: Summers, Kay, un experto en devalijar cajas fuertes llamado Bill Buggany... Red Choyne, antiguo cómplice de Kay que parece haberse regenerado y ahora es cabo del ejército. Summers no quiere a Choyne en el grupo, porque está seguro de que fue él quien introdujo a la bella Kay en el mundo delictivo. Pero su superior es muy tajante al respecto: Choyne irá con ellos, y si a Summers no le gusta, pondrán a otro oficial al mando. Lo que sucede, en realidad, es que nuestro protagonista se ha enamorado de la hermosa ladrona y siente celos de Choyne, ya que piensa que entre ellos había algo más que una mera relación profesional. Huelga decir que Summers acaba aceptando a Choyne en el grupo, aunque con reticencias.
El grupo es lanzado en paracaídas sobre la Francia ocupada y se apresta a cumplir su peligrosa misión. Pero las cosas se complican, y deben luchar denodadamente no sólo para lograr su objetivo (los planos) si no también para sobrevivir en territorio controlado por el enemigo.
Como todas y cada una de las obras de Lecha, UN OFICIO PELIGROSO es un relato de intriga, acción y suspense hábilmente sazonado con algún que otro toque humorístico y un poco de romance. Posiblemente no sea una de sus mejores novelas de guerra, pero cumple ejemplarmente su función: proporcionar al lector un par de horas de sano entretenimiento. El argumento, sin estar muy elaborado, resulta interesante, a pesar de lo tópicas de las situaciones que plantea. Para ser un relato bélico, lo cierto es que el autor no abusa demasiado de la violencia, y las escenas de acción están narradas con la característica sobriedad carradiana.
Sólo puedo ponerle un pero a esta novela. Al comienzo del capítulo segundo, Carrados menciona la vergüenza de Dunkerque. Como apasionado de la historia de la Segunda Guerra Mundial, no puedo estar de acuerdo con esta apreciación. Es cierto que Dunkerque representó una dura derrota para los británicos, una espina que llevaron clavada en su carne durante varios años. Pero también lo es que el pueblo británico, sobreponiéndose a lo inevitable, tuvo el suficiente valor y la necesaria presencia de ánimo para organizar una de las operaciones de rescate más asombrosas de la historia. Alrededor de 300.000 hombres fueron rescatados de las playas, bajo el constante cañoneo enemigo, y embarcados en todo tipo de barcos rumbo a Inglaterra. Se perdió todo el equipo del Ejército Expedicionario británico, pero se salvó a la mayoría de los hombres. Hombres que muy pronto, y gracias al apoyo material de los EE UU, pronto estarían en condiciones de enfrentarse de nuevo a los nazis y de devolverles la pelota de Dunkerque.
UN OFICIO PELIGROSO. Aventuras bélicas, con toque romántico. Otra de esas modestas pero entretenidísimas novelas con las que nos deleitó Luís García Lecha. Disfrutémosla.
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