GLOSARIO DE CIENCIA FICCIÓN: PADD

POR ANTONIO QUINTANA CARRANDI

 

PADD: En el universo futurista de Star Trek, Personal Access Display Device (Dispositivo Personal de Adquisición de Datos) se trata de un cómodo y funcional accesorio informático portátil, parecido a una agenda electrónica pero mucho más avanzado. Se emplea para registrar apuntes de toda índole, para trasladar datos de una persona a otra y también para recuperar datos de cualquier consola u ordenador de a bordo, que así pueden ser estudiados con más detenimiento en otro momento.

 

En la ST-TOS, el PADD tenía el tamaño aproximado de un bloc de dibujo, y se complementaba con un lápiz electrónico con el que se podía escribir en su pantalla. En ST-TNG y series posteriores, los PADDs redujeron su tamaño, haciéndose más compactos y funcionales, a la vez que aumentaban exponencialmente sus prestaciones. El lápiz electrónico desapareció en los nuevos modelos al estar dotados con un interface que se activa mediante el tacto, y si el usuario lo desea, también pueden configurarse para aceptar comandos vocales. El modelo estándar mide 10 x 15 x 1 cm, aunque existen diseños diferentes en función de las exigencias de cada sección de la nave estelar.

 

Los componentes principales de un PADD son el chip isolineal, la pila de sario y una minúscula rejilla de emisión subespacial, a través de la cual el aparato puede transmitir, en menos de un segundo, todos los datos almacenados en su memoria a cualquier ordenador o consola de la nave, y, como es lógico, también a otro PADD. Aunque su memoria es limitada, el PADD puede interconectarse fácilmente con casi cualquier tipo de ordenador, accediendo así a todos los datos almacenados en el mismo.

 

Los PADDs se construyen con materiales especiales de alta resistencia, por lo que pueden resistir una caída desde una altura de más de treinta metros sin sufrir daños.

 

Los actuales PDA y Tablet PC (Ordenadores-Pizarra) poseen muchas de las prestaciones de los imaginarios PADDs de Star Trek, por lo que puede afirmarse que, una vez más, la realidad va camino de superar ampliamente a la ficción.