¿QUÉ HA SIDO DE DOLLY DOLL?

POR BARBIE MURANO


Esta historia comienza en Los Angeles, Sunset Boulevard, en la sala casa desierta del anticuado Griffith Cinema, una noche de aguacero violento.

Una rubia con rostro de muñeca y deshabillé translúcido reparte hachazos a diestra y siniestra en un film de grand guignol en blanco y negro. Es Dolly Doll, estrella olvidada de cintas sangrientas del Hollywood de Oro. Los escasos asistentes de a poco abandonan, aburridos, el entretenimiento morboso, delicia de otras épocas, de la blonda muñequita asesina en paños menores.

Sin embargo, tras el final de la función un hallazgo macabro encenderá de terror la opaca proyección del vetusto celuloide: un espectador, el único que permanecía aún después de subidas las luces y a quienes los trabajadores del local confunden con un vago dormido, asiste en realidad a su último sueño: su cuerpo, atravesado por un largo cuchillo de carnicero ha quedado incrustado como un pedazo de carne de brochet contra la butaca. Sangre, mucha sangre. Ríos de sangre…

Este es el inicio de una de crímenes inspirados en Dolly Doll, estrella de culto, violenta, caprichosa, tan bella como perversa. Pero ¿Qué ha sido de Dolly Doll, luego de décadas desaparecida del mundillo del espectáculo? ¿Se trata de asesinatos perpetrados por una mente enferma, enloquecida por un fanatismo descontrolado? ¿O será la mismísima Dolly Doll, resentida en su anónima ancianidad la autora improbable de estos pegajosos fluideros de sangre y coágulos?

Richard Scott, joven y apuesto reportero de espectáculos será el encargado de resolver el misterio, junto a la hermosa Judy Allen, joven hija de Mae Canary, la archirival de Dolly Doll en la pantalla y en la vida.

Judy busca a su madre, desaparecida cuando ella era todavía una niña, curiosamente en fecha cercana a la “desaparición pública” de Dolly Doll de quién se nos dice que “nadie ha sabido si era vamp, una ingenua o un ser morboso y turbio que disfrutaba con aquella clase de trabajo interpretativo”.

Los resultados de la investigación confunden y oscurecen la búsqueda. ¿Dolly Doll murió en un incendio provocado por ella misma? ¿Quedó desfigurada y sigue viva bajo una nueva identidad? ¿Qué le sucedió a Mae Canary? ¿Qué sabía de Dolly Doll que podía comprometer su propia vida y la de sus seres queridos? La trama irá retorciéndose al quebrado ritmo de personajes psicóticos, viciosos, adictos al sexo y la violencia, desfigurados de cuerpo y mente, anhelantes de venganza homicida.

Y no cuento el final porque sería trampa. Si la consiguen, léanla disfruten: como todo lo que escribe el gran Curtis Garland, no tiene desperdicio. Y cierro con una reflexión desencantada de nuestro sagaz y apuesto cronista de espectáculos:

“A sus pies, Los Angeles era una amplia ascua de luz. Arriba, las colinas de Beverly eran promontorios repletos de vegetación, con las salpicaduras de luz de sus residencias y bungalows, muchos de ellos de famosos artistas de la pantalla, ahora dedicados muy especialmente a viajar a Europa para rodar filmes en coproducción, o claudicando para servir de invitados especiales en los telefilms para la pequeña pantalla. En eso había quedado Hollywood”.

¡Saludos amigos, nos vemos pronto con más de Curtis!

TÍTULO: ¿QUÉ HA SIDO DE DOLLY DOLL?
AUTOR: CURTIS GARLAND
COLECCIÓN: SELECCIÓN TERROR (Nº 87)
PORTADA: ALBERTO PUJOLAR
EDITORIAL: BRUGUERA
EDICIÓN: OCTUBRE, 1974